¡Muy buenas queridos amigos!

La semana pasada tuve el placer de asistir a una ponencia de Álvaro Bilbao en el colegio de mis hijos organizada por la empresa que gestiona el comedor, y me pareció tan interesante que he decidido resumir algunas cosas de las que allí se hablaron. Hacía mucho tiempo que admiraba y seguía el trabajo de Álvaro y fue bonito poder conocerle en persona al fin y sobre todo que mostrara tanta cercanía.

 

 

En primer lugar habló bastante del cerebro de los padres, y el desarrollo del cerebro de nuestros hijos que tan bien explica en sus libros. Habló de la cantidad de conexiones neuronales que se hacen los primeros dos años de vida, (de ahí los diferentes talentos que surgen, que no dependen de la cantidad de neuronas, porque son las mismas, si no de esas conexiones que se van haciendo, especialmente los dos primeros años de vida), y cómo los adultos podemos influir en que nuestros niños hagan asociaciones correctas o incorrectas.

 

Y como nota de humor también comentó que los padres podemos permitirnos ser imperfectos de vez en cuando, (todo un relajo jeje), que en su casa de vez en cuando había de cenar salchichas, y que también le hacía mucha gracia cuando veía a alguno de sus hijos idear alguna forma de trepar para llegar al armario de las galletas, (sobre todo al ver en su carita el sentimiento de logro).

Habló de la salud cerebral, de cómo mantener nuestro cerebro en buena forma, y de las cosas que hoy sabemos gracias a la ciencia y que hace 20 años no imaginábamos. Es cierto que hay un componente epigenético, pero los hábitos de salud son realmente importantes, como por ejemplo alimentarse correctamente y descansar lo necesario. El sueño es una de las áreas más descuidadas, ¿sabías que apenas el 1% de los chicos de bachillerato duermen 8 o más horas? Ya hemos hablado de los planos del desarrollo que explicaba María Montessori en el blog, y precisamente es necesario cuidar el cuerpo durante la etapa de la adolescencia..

También es muy importante reducir el estrés (algo que parece imposible tal y como tenemos montada la sociedad, y habló de un estudio del investigador que recibió el Premio Nóvel del 2014 sobre el estrés, la relajación y el Alzheimer.

 

 

Los hábitos de salud se aprenden durante la infancia, y los niños están constantemente observando e imitando. Si nos ven fumar, tomar una copa de vino en la mesa como costumbre y disfrutar de vez en cuando de comida basura, ¿qué integraran?

También habló del afecto como una estrategia de cuidado del cerebro, y nos puso los vídeos del experimento Harlow con macacos.

 

 

Reflexionamos sobre la idea de cómo padres podemos encontrar el equilibro entre ni “mano dura” ni “sobreprotección“, no es bueno convertirse en “padres helicóptero” ya que esto a la larga evita que los niños aprendan a resolver sus propios problemas, recientemente ha habido unas investigaciones en Japón que han demostrado que estos niños se convierten en adultos con peor capacidad de tomar decisiones y menos desarrollada la corteza prefrontal del cerebro. E incluso como dato curioso, de cómo influyen los padres a la hora de que los adolescentes elijan carrera universitaria y les acompañen o no a echar la matrícula.. (pudiendo llegar a convertirse en profesionales tristes).

A veces lo más difícil como padres es dejar que nuestros niños experimenten, darles esa confianza, permitir que se equivoquen porque es así como se producen también los mayores aprendizajes, y hablando del sentimiento de logro, nos puso este precioso vídeo de una niña intentando subirse ella sola a un pony, ¿cuántos de nosotros le habríamos ayudado en el segundo intento?  🤔

 

 

 

¿Sabías que el cerebro ocupa el 2% del peso de nuestro cuerpo pero consume el 25% de nutrientes? Es decir, 1 de cada 4 croquetas!

Álvaro Bilbao nos contó también que de las conclusiones del Informe Pissa, que dice que los niños que hacen una de las tres comidas del día en familia tienen menos fracaso escolar, algo que es España no se cumple demasiado porque se cena muy tarde y muchas veces viendo la TV, cosa que podemos a comenzar a cambiar desde ya mismo, y nos dio algunos consejos interesantes sobre nutrición neurosaludable:

  • Recordemos la importancia de las neuronas espejo, los niños comen lo que tú comes. Del mismo modo que las cebras corren cuando ven por primera vez un león porque lo ven hacer a los miembros mayores de la manada, si tu hijo ve que rechazas un alimento con cara de asco no tendrá ninguna gana de probarlo, no hay que ser Einstein para deducir esto, así que la pa/maternidad es una gran oportunidad que nos da la vida para hacer las paces con ciertos platos..
  • Si no queremos que coman algo, no lo compremos, porque si está en casa, lo terminarán comiendo, aunque tratemos de esconderlo, (como hago yo con el chocolate negro, jeje).
  • No forzar al niño a comer, ni en la cárcel ni en el ejército te obligan. Y como nota de humor preguntaba: si el niño se come un moco verde y no prueba las verduras, ¿que pasa? Poco a poco tenemos que ir ofreciéndoselas para que las vean cada día y se atrevan a probar un pedacito..
  • Dejar que los niños experimenten con la comida, como por ejemplo cuando hacemos BLW.
  • Buscar siempre opciones saludables. Como curiosidad, las bolsas de patatas fritas son amarillas, uno de los dos colores que más le gustan al cerebro. El núcleo estriado del cerebro, ordena en base a la rapidez e intensidad de la satisfacción. En la empresa Facebook tenían una máquina con chocolatinas para los empleados, cuando cambiaron el envoltorio a uno más sobrio con colores blanco y negro en lugar de rojo y amarillo los índices de obesidad comenzaron a bajar..
  • Que no te salga el tiro por la culata, no seas demasiado rígido. Evitar las tradiciones y asociaciones como viernes pizza, domingo dulce, cine palomitas, Semana Santa torrijas, Navidad turrón..
  • Evitar el estrés . Tolerancia a la frustración, hay más conexiones del cerebro animal al racional que al revés, la capacidad de autocontrol es reducida en la infancia.

 

La prueba del dulce 

 

Respecto al último punto, habló de uno de los experimentos más famosos de la historia de la psicología, (a veces también lo comentamos en los cursos de Inteligencias Múltiples cuando hablamos de la interpersonal), en el que Walter Mischel y sus estudiantes sometieron a niños de cuatro años a un cruel dilema: e les dio a elegir entre una pequeña recompensa (una Oreo), que podían obtener en cualquier momento, y una recompensa mayor (dos galletas), para la que tenían que esperar 15 minutos en condiciones difíciles.

 

Los niños tenían que permanecer solos en una habitación delante de una mesa con dos objetos: una sola galleta y una campana que el niño podía tocar en cualquier memento para llamar al experimentador y recibir otra galleta. El experimentador salía de la habitación y no volvía hasta pasados 15 minutos, o si el niño había tocado la campana, o se había comido las recompensas, o se levantaba, o mostraba algún signo de angustia.

 

Los niños eran vigilados a través de un espacio semitransparente, y se podía ver cómo algunos cogían la galleta o el dulce con la mano izquierda para dominar emociones, la dejan con la derecha, (los menores de 4 años no pueden controlar). A medida que pasa el tiempo el cerebro consume glucosa y necesita el azúcar y es más difícil resistir la tentación..

 

17 años más tarde en la universidad de Satanford llamaron a los niños del experimento, que entonces tenían 20, y sacaron algunas conclusiones. El  12% había aguantado los 15 minutos para obtener las dos galletas, (gratificación inmediata o gratificación diferida), y precisamente estos niños
sacaron mejores notas en su etapa escolar, tomaron mejores decisiones, toleraban mejor la frustración, leían y releían el anunciado en los exámenes, reflexionaban 30 segundos antes de ponerse a responder.. Mientras otros compañeros salían del aula al terminar, ellos eran capaces de repasar y corregir faltas, subrayar..  Y todo esto se relacionaba con una mayor capacidad para conseguir metas en la vida y relacionare.

 

 

 

Este experimento también es conocido como la prueba del marshmallow, (Malvavisco, que es el dulce), y es un estudio sobre un comportamiento, de una emoción a veces un impulso. Hablamos de la gratificación diferida o gratificación retrasada, de la capacidad de esperar el fin de obtener algo que uno quiere, y que implica un rasgo de personalidad  importante para el éxito de la vida. Daniel Goleman sugiere que es un componente importante de la inteligencia emocional, y las personas que carecen de esta característica se dice que necesita la gratificación instantánea y pueden sufrir por la falta de control de sus impulsos.

 

 

Un cerebro bien nutrido es aquel que recibe amor, pero también confianza y libertad para moverse, que descansa y sabe esperar y elegir lo mejor para su bienestar

 

Y estas son algunas de las últimas notas que tomé con datos importantes:

 

  • A partir de 3 o 4 se desarrolla el paladar emocional.
  • El índice de obesidad infantil en España ha superado a EEUU.. 😱
  • Mejor nutrición y menos sedentarismo.
  • Hay una nueva pirámide nutricional elaborada en Harvard que incluye suplementos para los adultos.
  • Minimizar alimentos con pesticidas, colorantes y conservantes, porque son inflamatorios.
  • Hay estudios que desmienten lo del “subidón de azúcar” en los niños.
  • Se han realizado algunos estudios que relacionan la memoria mental con el azúcar en el cuerpo.
  • Para mejorar el rendimiento intelectual: hidratos, proteína y fruta.

Y hasta qui el resumen, espero que corazón que os haya gustado y haber sido fiel a todo lo que contó Álvaro y que yo pude ir anotando rápidamente..

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